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«Me gusta la organización. Los registradores de la propiedad somos funcionarios pero, en cierto modo, somos empresarios»
María Gil / Burgos
Con tan solo 29 años ha conseguido la mejor nota de su tribunal en el examen a registrador de la propiedad en España. Natural de Burgos, a los siete años se trasladó con su familia a Logroño, donde reside actualmente. Ahora respira tranquilo después de más de seis años de duro trabajo en los que no ha faltado el cansancio y el desánimo pero tampoco las ganas de seguir luchando y llegar hasta donde ha llegado.
Contento no, contentísimo. Así se muestra este consagrado estudiante tras haber superado con creces la dura prueba que antes superaron otros como Mariano Rajoy, el líder del Partido Popular.
¿En qué universidad estudió?
Estudié en la Universidad de Navarra. Estudié Derecho, para presentarse a esta oposición solo hace falta esta titulación. Hay gente que ha hecho la doble licenciatura, pero solo es necesario Derecho.
¿Ya en la universidad sacaba tan buenas notas?
Tengo un expediente normal tirando a bueno, soy igual el sexto por expediente en la carrera. Dos o tres matrículas, dos o tres sobresalientes, algún notable y algún bien.
¿El empollón nace o se hace?
Esto es más una cuestión de constancia. Supongo que sí que se me podría llamar empollón pero vamos, que no he tenido nunca ese mote.
¿Es más el estudiar todos los días, un número de horas...?
Eso es, más que para gente brillante es para gente constante. La gente brillante es aquella que se lo saca en tres años, que hay gente. Yo la saqué en seis años y medio, que está bien, está más o menos en la media. Influye mucho la suerte. Todo el mundo que aprueba la oposición estudia muchísimo. También hay gente buena que estudia mucho y no aprueba, porque estudias al límite. Estudias muchos temas y para un único examen. Si suspendes ese examen no te puedes presentar hasta dos años después. Influye mucho la suerte, depende mucho del día que hayas tenido a la hora de quedar número uno, número dos o número 30. Aquí más que el número que saques lo importante es aprobar.
¿Qué significa quedar el número uno?
Quedé el número uno de mi tribunal, pero hay dos tribunales. Entonces tienen que decidir que tribunal va primero, y van intercalando porque tiene que haber un escalafón único. Por méritos propios soy el número uno del tribunal de Barcelona, pero también ha habido un tribunal en Sevilla con su lista de aprobados.
Pero haber sido el número uno, tendrá sus ventajas, ¿o no?
Pues principalmente a la hora de elegir. Nosotros ahora tenemos un concurso y 254 registros para elegir, y entonces yo elijo el primero. Es como el MIR, que el número uno no tiene ninguna ventaja especial aparte de que nadie le puede quitar el puesto que elija. Y por supuesto la ilusión que hace, la gente te da la enhorabuena. Pero vamos, en ventaja práctica esa.
¿Ya que puede elegir, dónde le gustaría trabajar?
Está ahora en trámites de concurso, pero he elegido Jaca. Principalmente, por cercanía con Pamplona y Logroño. Y bueno también porque es una zona que me gusta. Y profesionalmente es un registro que me llama, es un registro variado. Lleva el Registro de la Propiedad y también la Oficina Liquidadora.
¿Cómo se preparó la oposición?
Pues estuve seis años y medio, en una academia con tres preparadoras. Son tres registradoras que ya se habían sacado la oposición y me preparé en una academia de Madrid. Estudiando una media de nueve horas al día o así.
¿Cómo intentaba desconectar de esas intensas nueve horas diarias?
Descansaba un día a la semana nada más, y al estar en Madrid, pues yendo al parque, al cine, dando paseos, haciendo deporte... Principalmente eso, quedando con amigos, con mi hermano...
¿Se puede compaginar el estudio de la oposición con otra actividad?
Pues con esta oposición es complicado. Hay gente que lo ha hecho. Por ejemplo una chica que ha acabado conmigo que era profesora, hasta unos pocos meses antes del examen siguió trabajando como profesora. Yo no lo he compaginado con nada, es complicado. Hay gente que sí lo compagina pero la mayor parte de la gente tiene una dedicación exclusiva porque son muchos temas a preparar y necesitas mucho tiempo para tenerlos todos en la cabeza.
¿Qué cualidades tiene que tener para usted el perfecto opositor?
Pues principalmente constancia, y por un lado ser perfeccionista pero tampoco demasiado. De nada vale llevar un tema my bien si no consigues llevar todos los temas. Es quizás una capacidad de mantener la monotonía que implica el estudio. Quizás el estudio no es muy diferente al de una temporada de exámenes, pero es una temporada de exámenes de seis años. Se hace duro porque el tiempo pasa y la gente va haciendo su vida. El problema que tiene la oposición es la incertidumbre, nadie te garantiza aprobar la oposición. Yo ahora soy el número uno y muy bien, pero hasta hace diez meses no había aprobado la oposición. Esta es la tercera vez que me presento, la primera vez no aprobé ningún examen, sin embargo esta vez he aprobado todos y por casualidades he quedado número uno. Estás un poco al filo de una navaja, puedes estudiar y no obtener ningún fruto y de repente tenerlo y sientes que todo es mucho más fácil.
En esos seis años y medio que estuvo estudiando, ¿algún momento se le hizo cuesta arriba?
Sí, sobre todo al suspender la segunda vez. En la primera, el suspenso era indudable, pero la segunda vez pensé que había hecho el examen bien. Entonces, suspender se te hace duro porque no sabes cuál es el nivel para aprobar, no sabes cómo de alto está el listón que tienes que saltar y pierdes seguridad. Luego una vez que te pones a estudiar se te va olvidando. Luego aparte el paso de los años sobre todo al final que es cuando todos tus amigos acaban la carrera, ya van teniendo su vida, se van de vacaciones... Y tu sigues en el mismo sitio
El cargo de registrador, ¿es vocacional?
Sí. Es decir, te tiene que gustar el Derecho. A mí me gusta mucho el derecho fiscal y civil, y también me gusta la organización de la oficina, porque nosotros somos funcionarios pero en cierto modo somos empresarios. Nosotros tenemos una oficina con unos empleados y tenemos que organizar la oficina, pagar a los empleados. Es duro el trabajo pero también es bonito, el hecho de organizarte tú tu trabajo. Pero vamos, principalmente me gustaba el derecho que se tocaba en esta oposición, que son el derecho civil, fiscal y mercantil.
¿Qué les diría a los presentes y futuros opositores?
Dar ánimos a los opositores, que es muy duro y hasta que apruebas no muy grato porque de algún modo tu vida se para estudiando y la de los demás avanza. Nadie te garantiza aprobarlo, entonces es complicado muchas veces animar a la gente a que siga, pero desde luego si apruebas vale la pena.
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