miércoles, 7 de julio de 2010

El Gobierno aplaza tres años la creación de nuevas notarías por la crisis.

@D.Toledo - 07/07/2010 06:00h

Nadie se libra de la crisis. Ni los notarios. El Ministerio de Justicia prepara un real decreto en el que aplaza la puesta en marcha de nuevas notarías durante tres años, lo que supondrá que la creación de las entre 15 y 20 previstas para este ejercicio quede en stand-by hasta 2013. Todo un indicador de que el Gobierno no atisba una reactivación a medio plazo ni del mercado inmobiliario ni de las operaciones corporativas, principales fuentes de ingresos de este colectivo. “La crisis es tan grave que hay notarios y registradores en pérdidas”, asegura Antonio Ojeda, presidente del Consejo General del Notariado, que ayer visitó El Confidencial.

¿Una medida lógica ante una plantilla sobredimensionada? Ojeda no lo ve así. “El número de 3.000 notarios es correcto. La crisis no se va a instalar de forma permanente. En 2012 ó 2013 alguna reactivación llegará”, argumenta. No obstante, sí admite que la última demarcación –la distribución de las notarias se revisa cada cinco años- se produjo en el momento de máxima expansión económica, en 2007, lo que pudo inflar algo las cifras en el colectivo. “Nadie tenía una bola de cristal. Yo nunca hubiera pensado que algunos registros y notarias iban a tener pérdidas un mes tras otro. Y los despachos están poniendo el dinero de su bolsillo sin casi acudir a medidas traumáticas”, asegura.

Ojeda, también decano del Colegio Notarial de Andalucía, apunta que la moratoria en la creación de notarias afectará en su territorio a municipios como Marbella, El Ejido o Alcalá de Guadaira. Así hasta 20 en toda España, sobre todo zonas costeras, que es donde más ha descendido la actividad notarial. Los notarios no son los únicos que afrontan épocas de vacas flacas. Los registradores seguirán la misma senda. “Hubo una demarcación para los Registros al mismo tiempo que la nuestra -apunta-. Y el Gobierno también está en la línea de retrasar en el tiempo la creación de plazas para que se adecúe al volumen de trabajo” del colectivo.

Víctimas del desplome inmobiliario

La recesión económica ha hecho estragos en alguno de los pilares del desempeño notarial. Sin ir más lejos, en la contratación inmobiliaria y en los créditos para facilitar la edificación y el acceso a la vivienda. “Los datos en construcción son terroríficos. Un ejemplo son los ingresos de los ayuntamientos, que se han visto muy afectados. En algún caso se ha pasado de 250 licencias de obra nueva al año a 50. Y eso repercute en las transmisiones y en las plusvalías”, subraya Ojeda. Hasta tal punto de que las notarías aguantan el tirón mirando al pasado. “Hemos vivido de lo que se construyó en 2007 y se escritura ahora”, admite el presidente de los notarios.

Y hay cifras. Ojeda asegura que la caída de la actividad se sitúa entre el 40% y el 70%. “En zonas costeras e islas, en su mayoría segundas residencias, la reducción es del 70%”, precisa. ¿Ha llevado la crisis a un aumento del dinero negro? Los notarios ni lo contemplan. “Eso ha desaparecido de las notarias. Hace mucho tiempo que las inmobiliarias declaran en las tasaciones los precios reales. Y con el control de los medios de pago nosotros les exigimos una claridad y una transparencia absoluta”, zanja su presidente.

Más preocupante es que todas las previsiones señalen que este año será peor que el pasado, ya que en 2009 los despachos contaban con la inercia de operaciones anteriores. Ese efecto se está acabando. “Nosotros tenemos siempre un desfase con el mercado. Tardamos más en notarlo y en recuperarnos”, explica María del Rosario Algora, notaria y secretaria del Consejo.

Lo constata Ojeda, con datos inquietantes. “En enero de 2010 alguna notaria de Madrid aseguraba haber vuelto a niveles de actividad del año 1972 ó 1973. Y el primer trimestre ha sido bastante malo”, subraya. No obstante, admite que a partir de abril se produjo un repunte de los ingresos en tanto algunas transacciones se adelantaron por la entrada en vigor de la subida del IVA aprobada por el Gobierno y que eleva la tributación en la escritura de compraventa de inmuebles del 7% al 8%. Un escenario que se acentuó los días previos al 1 de julio. “Pero el efecto ha sido sólo coyuntural”, reflexiona la cúpula de los notarios.

Las operaciones corporativas son el segundo gran pilar del trabajo notarial tocado por la crisis. “No se constituyen prácticamente sociedades y las pocas que hay no responden a un proyecto nuevo, sino a reestructuraciones. El mundo mercantil está paralizado”, asegura sin ambages Algora. “La constitución de sociedades ha caído de forma alarmante -corrobora Ojeda, que va un paso más allá-. En el sector bancario, lo que hemos hecho con los créditos en los últimos dos años ha sido sobre todo reestructuración de cantidades ya concedidas, ampliación de plazo, aumento
del plazo de carencia, etc. Es decir, bajadas de calidad”.

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