miércoles, 14 de julio de 2010

El rapero de Cuatro Caminos.

Luis Fernández, el nuevo ídolo adolescente gracias a 'Los protegidos', lleva tatuado en su brazo a Madrid y aspira a ser el mejor rimador de la ciudad.

CARLOS MARCOS - Madrid - 14/07/2010

He aquí al nuevo ídolo de las adolescentes españolas. He aquí el rostro (y el cuerpo) que forra las habitaciones y las carpetas de cientos de adolescentes. He aquí a un madrileño militante, "cuidado: de Cuatro Caminos", dice con tono quedo. He aquí un chaval que se gana la vida como actor en la serie Los protegidos (Antena 3), pero que afirma: "El rap es mi forma de vida". Luis Fernández, 25 años, El Culebra en Los protegidos y Perla en el circuito rapero, muestra un gran tatuaje que ocupa todo su antebrazo derecho. Son tres letras en tipografía estilizada: Mad. "Es por Madrid. Mira, en el otro brazo tengo escrito Life. O sea: vida en Madrid", informa Luis con ese acento que solo se puede incubar en las aceras de la ciudad.

Para el que no esté al tanto: Los protegidos es la serie revelación de la temporada, una mezcla entre Los Serrano y Héroes con este muchacho como uno de los protagonistas. Cuando Luis El Culebra se quita la camiseta y muestra su pecho tatuado en la pantalla, un suspiro adolescente sale por las ventanas de los salones.

Es fácil entender las alteraciones hormonales que provoca este muchacho. Además de ser alto, guapete, de ojos claros y cuerpo atlético, conserva esa pillería y chulería de barrio que tanto valoran las buscadoras de ídolos. Un malote tierno. Es como un Dani Martín (voz de El Canto del Loco), pero en rapero. "Me crié en la calle Dulcinea, ahí al lado", comenta y señala con su brazo tatuado extendido, "y siempre estaba por el barrio. Cuando salía de casa mi madre me decía: 'Hijo, ve con prudencia'. Yo le respondía: 'Mamá, no conozco a esa prudencia". Hace solo un año Luis trabajaba de administrativo en el Registro de la Propiedad. Paralelamente escribía sus rimas y actuaba con su amigo Darmo, un rapero que ya llena salas en Madrid. Para grabar el vídeo de la canción Mantenlo ilegal, Darmo le propuso a Luis que interpretase a un buscavidas-ladronzuelo callejero. El papel le sentaba como un guante. Ese vídeo de cuatro minutos y 40 segundos cayó en manos de los productores de Los protegidos, que andaban desesperados buscando a un chaval de barrio para que interpretara a El Culebra. Y bingo: después de un frustrado casting con 150 jóvenes, el vídeo les mostró a este diamante en bruto.

"No tenía ni idea de interpretación. De hecho, ni me lo había planteado. Pero me llamaron, me convencieron y aquí estoy. Me tomo muy en serio lo de la interpretación, pero no me cansaré de repetirlo: lo mío es el rap". Luis recuerda sus primeros garbeos por las calles de Cuatro Caminos: "Siempre iba con gente mayor. Mis dos hermanos son mayores que yo. Empecé a patinar, luego a pintar grafiti, a bailar break y más tarde a rapear". En los círculos hiphoperos le llaman Perla, "porque soy una joya: valgo para todo", comenta con sorna.

Luis está preparando su primer disco; hasta entonces se curte en el escenario haciendo la segunda voz y los estribillos en los conciertos del consolidado Darmo. Han actuado en los festivales más importantes del género: Cultura Urbana, Viña Rock, Zaragoza Ciudad... Su agenda es la siguiente: de lunes a viernes rueda Los protegidos (la segunda temporada se estrena en otoño); y los fines de semana rapea con Darmo. Entre medias ha rodado su primera película (llegará en diciembre), A tres metros sobre el cielo, con Mario Casas y María Valverde, donde interpreta (no podía ser de otra forma) a un malote, El Chino.

Durante la conversación suena su móvil. Lo mira con desdén y aprieta el botón de colgar: "Es lo peor que llevo de esto: puedo recibir hasta 200 llamadas diarias. No lo soporto. Muchas de ellas son de chicas que han conseguido el número porque se lo han dado supuestos amigos míos para ligar ellos".

Lo de los paparazzi lo lleva mejor: Luis se ha convertido en habitual de la prensa rosa por su noviazgo con su compañera de reparto en Los protegidos, Ana Fernández Chispitas. "Es incómodo que te persigan, pero si viven de mí, pues mejor para ellos", afirma desafiante sobre los fotógrafos.

Su representante le aconseja que, para la foto de este reportaje, se quite los dos collares de oro que cuelgan de su cuello. "Es que dan una imagen un poco macarra", apunta la eficiente representante. Luis, que es del Atlético de Madrid porque no soportaba ver a su hermano llorar cuando perdía el equipo rojiblanco, vive ahora en un piso alquilado en Fuencarral, aunque se va a cambiar. "Demasiado ruido", afirma. Ya se ha independizado, pero su madre, Marga ("la reina", dice él), le sigue aconsejando lo mismo: "Hijo, no te muerdas las uñas y ve con prudencia".

http://www.elpais.com/articulo/madrid/rapero/Caminos/elpepiespmad/20100714elpmad_12/Tes

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